Autosanación con tres Cristales de Cuarzo.






Para este ejercicio necesitamos tres Cristales Generadores de Cuarzo Transparente, osea, de una sola terminación, y mínimo de tres centímetros de grande, hasta un máximo de 10 cms. 
Colocamos un Cristal en nuestro entrecejo, con la punta hacia adentro, osea, apuntando a nuestro cuerpo.

 En la mano izquierda, otra punta, indicando hacia el interior del brazo. Y en la derecha, el último Cristal,  esta vez apuntando al exterior. 

Para empezar, mientras respiramos, sentimos que el Cristal de la izquierda se ilumina, y que esa luz sube por nuestro brazo, hasta iluminar todo nuestro cuerpo. Repetid varias veces este paso, hasta lograrlo lo más vívido posible. 
Al echar el aire, el Cristal de la derecha se ilumina a su vez, y sentimos como nuestro cuerpo se va "vaciando" de energías retenidas, de cansancio, fatiga, estrés, preocupaciones, odios...todo se va al soltar el aire, e iluminarse el Cristal. Repetiremos estos pasos varias veces, hasta que nos sintamos relajad@s y seren@s. 
Ahora, al respirar, siguiendo los mismos pasos que al principio, dirigimos la respiración, y nuestra atención al Cristal del entrecejo. Se ilumina con cada respiración, cada vez más... y llena nuestro cuerpo de una intensa luz blanca luminosa. Visualizamos nuestro cuerpo, iluminado, y a la vez los tres Cristales iluminados también. 
Sentimos ese triángulo revitalizador, como una inyección de vida y amor. 
Nos sentimos reconfortados, y con "las pilas cambiadas". 
Podemos hacer durar esta práctica unos diez minutos, más o menos, y alargarla hasta los cuarenta minutos. Al principio se trata sólamente de relajarse. No importa si no podéis visualizar bien. No os preocupeis, sobre todo! Todo llegará, y nada como la práctica. Los Cristales actuarán de todas maneras. Cuando tengáis el ejercicio más dominado, podéis visualizar lo que queráis, después de la sintonización con los tres Cristales a la vez. Podéis, simplemente, no hacer nada más que dejaros llevar por el momento, meditar con los Cristales, y, simplemente -que ya es mucho-, dejar que ellos nos digan lo que nos tienen que decir, el mensaje que nos corresponde, quizá, desde el día en que los compramos. Todo puede ser, pero, repito, sin querer hacerme pesado: tranquil@s con las visualizaciones y los "lo estaré haciendo bien?"    Se consigue más dejándose llevar un ratito y simplemente respirando, que intentar un "catálogo" de visualizaciones en el momento.

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